No permitas que una infraestructura de TI rígida frene el crecimiento de tu negocio. Si tu organización sigue gestionando servidores propios y otras infraestructuras locales, seguramente ya estés familiarizado con los desafíos que esto implica: la carga constante de supervisión y gestión para mantener el negocio en marcha, la necesidad de actualizar continuamente el firmware y los parches de seguridad, y los largos procesos de adquisición de hardware, que retrasan la implementación de nuevas aplicaciones y frenan el crecimiento. Además, si estás planeando una transformación digital, puede que tu equipo interno no cuente con las capacidades necesarias para soportar ese cambio.
Los servicios en la nube son la solución a estos problemas. Ofrecen una infraestructura flexible que se adapta a tus necesidades, permitiendo pagar solo por el uso que realices y escalar según el crecimiento de tu negocio. Esta infraestructura de alto rendimiento está alojada en centros de datos seguros en Europa, donde expertos gestionan y supervisan todo por ti. Puedes elegir la opción que mejor se ajuste a tu empresa: Infraestructura como Servicio (IaaS), para ejecutar tus propias aplicaciones; Plataforma como Servicio (PaaS), para integrar toda la TI de tu empresa en la nube; o Software como Servicio (SaaS), donde podrás aprovechar soluciones totalmente gestionadas como Microsoft 365, ERP y CRM.